Pobladores ancestrales del árido Nuevo México sobrevivieron a los periodos de sequías extremas durante el primer milenio de nuestra era derritiendo el hielo acumulado en profundos tubos de lava.
Explorando una formación volcánica de este tipo en El Malpais National Monument, y utilizando carbón de leña fechado con radiocarbono que se encuentra preservado en las profundidades de un depósito de hielo, el profesor de geociencias de la USF (Universidad de South Florida) Bogdan Onac y su equipo descubrieron que los habitantes de los pueblos ancestrales sobrevivieron a sequías devastadoras viajando a lo profundo en las cuevas para derretir el hielo antiguo como recurso hídrico.
Desde el 150 al 950 d.C., los recolectores de agua dejaron material carbonizado en la cueva, lo que indica que provocaron pequeños fuegos para derretir el hielo y recolectarlo como agua potable o quizás para rituales religiosos. El descubrimiento se publica en Scientific Reports.
Se cree que las sequías han influido en las estrategias de asentamiento y subsistencia, la intensificación agrícola, las tendencias demográficas y la migración de las complejas sociedades ancestrales de indios Pueblo que alguna vez habitaron el suroeste de Estados Unidos. Los investigadores afirman que el descubrimiento de los depósitos de hielo presenta una «evidencia inequívoca» de cinco eventos de sequía que afectaron a la sociedad ancestral Pueblo durante esos siglos.
«Este descubrimiento arroja luz sobre una de las muchas interacciones entre el ser humano y el medio ambiente en el suroeste en un momento en que el cambio climático obligó a las personas a encontrar recursos hídricos en lugares inesperados«, dijo Onac en un comunicado, señalando que las condiciones geológicas que respaldaron el descubrimiento ahora están amenazadas por cambio climático moderno.
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