¿Cómo se forman las nubes?
Mirando hacia el cielo, podemos ver nubes que siempre están ahí. Estas nubes pueden ser más grandes o más pequeñas, más altas o más bajas, o existir en una variedad de formas, y aunque a algunas personas no les guste su presencia (especialmente en verano), la verdad es que son esenciales para el desarrollo de la vida en nuestro planeta. El desarrollo continuo es vital ya que son la fuente de agua para nuestras tierras y diferentes cuerpos de agua como ríos, lagos y océanos .
La superficie de nuestro planeta está compuesta por un 70% de agua distribuida en océanos, ríos, lagos y estanques. Aún así, parte de esta agua siempre está presente en las nubes, parte del conocido ciclo del agua.
¿Cómo se forman?
En primer lugar debemos mencionar que su elaboración requiere de tres ingredientes básicos:
- Vapor de agua en la atmósfera.
- Partículas que permitan la condensación: como pueden serlo el polen, las partículas de sal que resultan de las olas del mar o las cenizas de incendios.
- Bajas temperaturas.
Las nubes son hidrometeoros, que consisten en gotas de agua, cristales o ambos, y son importantes para la vida en la Tierra
Las nubes permanecen suspendidas en la atmósfera, y su formación depende de cuánto vapor de agua se condense en el cielo.
¿Cuál es el proceso de la formación de nube?
1- El agua es calentada: esto se debe a la energía procedente del Sol, produciendo la evaporación de grandes cantidades de agua de los mares, océanos, ríos y lagos.
2- Las plantas emiten vapor de agua a la atmósfera: al absorber la humedad del terreno tiene lugar este fenómeno, que se produce paralelamente al proceso mencionado en el primer punto. Se estima, por ejemplo, que un manzano emite en forma de vapor unos 6.800 litros de agua cada seis meses (varía según las condiciones).
3- El aire se convierte en aire húmedo y caliente: es decir, el aire húmedo absorbe más calor y asciende hacía las capas más altas de la atmósfera, enfriándose durante su ascenso.
4- Llegado un punto, el vapor de agua se condensa: de esta manera se forman gotitas de tamaño microscópico.
Por lo tanto, las nubes están compuestas de gotitas de agua. Aunque la formación de nubes puede ser diferente en algunos casos, por ejemplo, cuando una nube de aire cálido y húmedo se eleva por la ladera de una colina, se enfría y se condensa en nubes. Esta es la razón principal por la que las montañas están nubladas.
¿Por qué flotan las nubes?
Las nubes están formadas por pequeñas gotas de agua por lo que, según la ley de la gravedad, deberían caerse al suelo. Aún así, se mantienen en el aire gracias a:
- Las gotas que forman las nubes están sometidas a la fuerza que ejerce su peso: que es mayor que su volumen de aire.
- Las corrientes ascendentes de aire cálido se encargan de mantener a flote las nubes: cuando no se producen los factores necesarios para la formación de las nubes (vapor de agua, partículas y temperatura) estas desaparecen.
¿Qué importancia tienen las nubes para la biodiversidad?
Las nubes son importantes en el ciclo del agua porque contienen gran cantidad de agua que precipitarán en determinadas condiciones.
Para llover, una gota de agua de nube requiere aumentar su tamaño cien veces. Con ello, romperá la gravedad y se precipitará. Vemos muchas nubes, de diferentes formas y tamaños, pero no todas generan lluvias.
Un factor importante para la formación de nubes, además de la humedad, son los aerosoles. Estas diminutas partículas existen en la atmósfera de manera natural, provenientes de los volcanes, océanos, desiertos, etcétera. Las actividades humanas contribuyen también a la formación de aerosoles y gases de efecto invernadero. Algunos aerosoles son núcleos de condensación, sobre su superficie se condensa el vapor de agua y se forma la gota de agua; otros, por el contrario, inhiben la formación de gotas de agua y con ello la formación de nubes.
En el contexto actual de cambio climático, generado por la actividad humana, es importante reflexionar sobre el rol que cumplen las nubes en nuestras vidas, y cómo nuestras actividades pueden afectar su formación, generar un desbalance energético y afectar el ciclo del agua.
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